...y hemos tenido la oportunidad de vivir momentos muy fuertes, como por ejemplo:
3. Las cenas en casa compartidas con Simo, educador de calle, con Youssef, un joven carpintero huérfano que se crió en un centro de acogida, o con el representante de los refugiados de Costa de Marfil.
4. Los momentos en los que compartimos vida y fe: Lo que se planteó como una presentación detallada de cada uno de los participantes se convirtió en profundas revisiones de vida que cohesionó mucho al grupo. Las vivencias diarias las fuimos integrando a través de algunas oraciones y de las eucaristías diarias vividas cada mañana a las 7:45 con la Calcutas (Misioneras de la Caridad).
Ha sido un campo de trabajo muy cansado porque además de trabajar mañanas y tardes en las distintas instituciones (Calcutas, Franciscanos de la Cruz Blanca, Ningún Niño sin Techo y Caritas), nosotros mismos nos encargábamos de limpiar el piso, ir a la compra y hacer la comida. No obstante, ha sido una experiencia realmente profunda, inolvidable y positiva, en la que hemos visto mucha esperanza y vida en medio de dolor, marginación e injusticia. Tan solo 15 días, pero muy intensos, de los que todos volvemos agradecidos por todo lo que hemos recibido.
Eli García España cvx, desde Málaga
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