Como el mismo Arrupe pronosticó, esta opción trajo enemistad de los poderes establecidos, incomprensión,… y muerte. Más de 40 jesuitas y muchos compañeros de camino han sido asesinados desde 1975 por ser fieles a esta misión.
En 1989, el padre Jon Cortina vivió de cerca el trágico final de seis compañeros jesuitas y dos compañeras laicas a manos de grupos del ejército. Jon Cortina, que vivía entre las comunidades campesinas de Chalatenango, pasaba temporadas con los compañeros en el campus de la Universidad Centroamericana. Tuvimos suerte, al menos él nos acompañó durante 15 años más.
Pero la opción por los pobres ha traído mucha vida también. La cercanía de las personas pobres y excluidas - reflexiona la Compañía veinte años después- “nos ha traído un regalo de Dios maravilloso […]
Nos hemos sentido enormemente enriquecidos al abrir nuestros corazones y nuestras mismas vidas a los gozos y esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, especialmente de los pobres y afligidos”.
Publicado por Jose Ignacio Eguizábal. Enviado por Eduardo Escobés cvx.
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