viernes, 29 de agosto de 2008
BUENOS DÍAS, MI SEÑOR, SEÑOR MÍO
Buenos días, mi Señor, Señor mío,
se levanta la ciudad para alabarte,
para bendecirte,
para entregarse.
Buenos días, mi Señor, Señor mío,
abro mis ojos para verte,
para iluminar,
para dejarse iluminar.
Buenos días, mi Señor, Señor mío,
que el día sea tuyo,
que mi vida sea tuya,
que mis acciones sean para ti
y que al cerrar los ojos
sólo pueda seguir alabándote.
Colata RB
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