Lo que a continuación os cuento es un proceso que se ha ido madurando a lo largo de los dias de trabajo en Fátima. Mi intención desde ya antes de llegar era estar "para la traducción" tipo máquina: organizar los tiempos, de descanso, de trabajo, de comida, TODO, en función de la traducción, y ayer, que era mi "cumple" y no quería que trascenciese, para no interferir digamos, empecé a abrirme a otra tarea.
Se supo, lo de mi cumple y se dijo ante la asamblea y el detonante fue cuando Mari Carmen del ExCo me dijo que por que lo habia callado, que a parte del trabajo de traducción, somos miembros de la Comunidad Mundial y por tanto, todos celebramos juntos nuestros gozos. Asi que desde ese momento cambié el chip y me dije, ¿qué quiere el Señor de mi?, lo de traducir y hacerlo lo mejor posible, por supuesto, pero también vivir la asamblea, sentirla y luego poder llevar a la Comunidad en Pamplona, o donde sea, lo que aquí vivimos y recibimos.
En vista de este cambio de proceder, afortunado, ayer pasé un día lleno de regalos, inusuales para cualquiera de mis días de cumpleaños anteriores. Al coincidir con el día de las visitas, vinieron mi marido Carlos, también de la Comunidad y mis hijos, Daniel y Miguel y otro gran regalo fue el momento que vi al Padre General, ¡qué emoción!, y escucharle en la celebración de la Eucaristía ¡¡mejor aún!!
Sara con sus hijos
Esta mañana parecía que seguían los regalos, he coincidido con el padre Nicolás en la escalera de bajada al comedor para desayunar y me hacía ilusiones para desayunar con él. Una vez en el comedor, la gente se agolpaba en torno a él y perdí esta esperanza; cuál es mi sorpresa, que después de hablar con estas personas, se acerca a mi y a Gonzalo de CVX en Ecuador, que también había bajado con él la escalera y nos dice: ¿bueno, cuál es la mesa entonces, dónde nos sentamos? Si trato de comunicaros mi sentimiento, creo que lo describe bien el de sentirme MIMADA, ni más ni menos que por nuestro Asistente Mundial, es un sentimiento precioso, que creo que me acompañará por un buen tiempo.
Sara con su marido, con Alfonso y con MiguelAl escucharle de nuevo, esta mañana, hemos corrido Miguel, mi compañero de fatigas traductoriles y yo, a tratar de haceros llegar su discurso, que lo teníamos ya en español y en formato digital, pero los virus nos han jugado una mala pasada. No desesperéis, que en algún sitio ha quedado grabado y os llegará, merece la pena...
Un besísimo a todos/as,
Sara Palacio cvx, desde Fátima
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