jueves, 21 de agosto de 2008
POR la CVX MUNDIAL
En silencio, Señor,
sólo en silencio
para escucharte,
para alabarte,
para dejarme en Ti.
En esta mañana de agosto,
cuando la luz comienza a brillar
te pido, Señor, por la CVX Mundial,
por nuestros delegados en Fátima,
mímalos, abrázalos,
indícales el camino a seguir.
Que tus palabras sean las suyas
y que su mirada sea la tuya
para que más te amemos todos.
Ya no hay fronteras ni caminos,
sólo Tú.
Y en silencio te escucho,
habitas el mundo,
me habitas a mí y a la comunidad.
Que nuestro corazón sea para ti
y que te descubramos encarnado
en medio de la sociedad.
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