“Aquí no caben todos”. “Hay que dar el mensaje de que expulsaremos a todos los inmigrantes irregulares que podamos”. “Aunque no son la mayoría, muchos inmigrantes vienen a delinquir”. “Hay que poner orden” (eufemismo de mano dura). “Muchos derechos de los españoles se ven perjudicados”... etc. Este rosario de advertencias alarmando de que los inmigrantes nos están invadiendo, forman parte del “combustible electoral”. No las ha dicho un cualquiera; las ha dicho el líder de un Partido que defiende a ultranza “las raíces cristianas de Europa”; que puso toda la carne en el asador para que esta referencia cristina figurara como faro, o columna, en la Constitución Europea. En campaña electoral todos hacen cálculos. Los inmigrantes no tienen derecho al voto. Pero, ¡ay! si los inmigrantes votaran. Otro gallo cantaría. Sonaría otra canción.
Enviado por Adelaida Lacasta cvx.
Tomado de Eclesalia: Braulio Hernández Martínez, Tres Cantos (Madrid)
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